1. Cuando se habla de nutrientes, sólo cuentan una parte de la historia.

Los charlatanes dicen todas las cosas maravillosas que las vitaminas y los minerales hacen en el cuerpo y/o todas las cosas horribles que pueden suceder si no se ingieren lo suficiente. Muchos afirman que sus productos o programas ofrecen un "apoyo nutricional óptimo". Pero convenientemente se olvidan de decirle que una dieta equilibrada proporciona los nutrientes que la mayoría de la gente necesita y que las pautas gubernamentales hacen que equilibrar su dieta sea simple.

2. Afirman que la mayoría de los estadounidenses están mal alimentados.

Éste es un llamado al miedo que no sólo es falso, sino que omite el hecho de que las principales formas de mala alimentación en Estados Unidos (N del T: y en general en el mundo industrializado)  son la obesidad en la población en general (particularmente entre los pobres) y la desnutrición de los gravemente empobrecidos. La gente pobre no puede permitirse gastar dinero en píldoras de vitaminas innecesarias. El dinero para la comida debe gastarse en alimentos nutritivos. Se alega falsamente que los estadounidenses son tan adictos a la comida "chatarra" que una dieta adecuada es más excepcional que habitual. Si bien es cierto que algunos bocadillos son principalmente “calorías vacías” (azúcares y/o grasas sin otros nutrientes), no es necesario que cada bocado que ingerimos esté cargado de nutrientes. De hecho, ninguna persona normal que siga las Guías Alimentarias para los Estadounidenses) corre el riesgo de sufrir deficiencia de vitaminas.

( N del T: se recomienda consultar la guira para la Alimentación sana de la OMS)

3. Recomiendan un "seguro nutricional" para todos.

La mayoría de los traficantes de vitaminas sugieren que todo el mundo está en peligro de sufrir deficiencia y, por lo tanto, hay que tomar suplementos como "seguro". Algunos sugieren que es difícil obtener lo necesario de los alimentos, mientras que otros afirman que es imposible. Su tono se parece al del vendedor ambulante que afirma que un horno en perfecto estado está en peligro de explotar a menos que se reemplace con su producto. Los traficantes de vitaminas nunca dirán quién no necesita sus productos. Sus afirmaciones de “desconfíe de las deficiencias” pueden no limitarse a los nutrientes esenciales. También pueden incluir sustancias químicas no esenciales de las que nadie debe preocuparse, porque el cuerpo produce sus propios suministros.

4. Dicen que la mayoría de las enfermedades se deben a una dieta deficiente y que pueden tratarse con métodos "nutricionales".

Esto simplemente no es verdad. Consulte a su médico o cualquier libro de texto de medicina reconocido. Le dirán que, aunque la dieta es un factor en algunas enfermedades (sobre todo enfermedades coronarias), la mayoría de las enfermedades tienen poco o nada que ver con la dieta. Los síntomas comunes como malestar (sentirse indispuesto), fatiga, falta de ánimo, dolores (incluidos los dolores de cabeza) o dolencias, insomnio y quejas similares suelen ser la reacción del cuerpo al estrés emocional. La persistencia de tales síntomas es una señal de que se debe acudir al médico para detectar alguna posible enfermedad física. No es una razón para tomar pastillas de vitaminas.

5. Alegan que los métodos de procesamiento y almacenamiento modernos eliminan todo el valor nutritivo de nuestros alimentos.

Es cierto que el procesamiento de alimentos puede cambiar el contenido nutricional de los alimentos. Pero los cambios no son tan drásticos como al charlatán, quien quiere vender suplementos, quisiera hacernos creer. Mientras que algunos métodos de procesamiento destruyen algunos nutrientes, otros los agregan. Una variedad equilibrada de alimentos proporciona toda la nutrición necesaria.

Los charlatanes distorsionan y simplifican demasiado. Cuando dicen que la molienda elimina las vitaminas B, no se molestan en decir que el enriquecimiento las devuelve. Cuando dicen que cocinar destruye las vitaminas, omiten el hecho de que sólo unas pocas vitaminas son sensibles al calor. Tampoco dicen que dichas vitaminas se obtienen fácilmente al consumir una porción de fruta fresca cruda, verdura o jugo de fruta fresca o congelada todos los días. Toda afirmación de que los minerales se destruyen mediante el procesamiento o la cocción es pura mentira. El calor no destruye los minerales.

6. Afirman que la dieta es un factor importante en el comportamiento.

Los curanderos de alimentos relacionan la dieta no sólo con la enfermedad sino también con el comportamiento. Algunos afirman que las reacciones adversas a los aditivos y/o a los alimentos comunes provocan hiperactividad en los niños e incluso conductas delictivas en adolescentes y adultos. Estas afirmaciones se basan en una combinación de engaños, evidencia anecdótica e investigación mal diseñada.

7. Afirman que la fluoración es peligrosa.

Curiosamente, los charlatanes no siempre están interesados en las deficiencias reales. El fluoruro es necesario para desarrollar dientes resistentes a las caries y huesos fuertes. La mejor manera de obtener cantidades adecuadas de este importante nutriente es mejorar los suministros de agua de la comunidad, para que su concentración de fluoruro sea aproximadamente una parte de fluoruro por cada millón de partes de agua. Pero los charlatanes generalmente se oponen a la fluoración del agua, y algunos abogan por los filtros de agua que eliminan el fluoruro. Parece que cuando no pueden sacar provecho de algo, intentan ganar dinero oponiéndose.

8. Afirman que el agotamiento del suelo y el uso de pesticidas y fertilizantes "químicos" dan como resultado alimentos menos seguros y menos nutritivos.

Estas declaraciones se utilizan para promover la venta de los denominados alimentos "cultivados orgánicamente". Si faltara un nutriente esencial en el suelo, la planta simplemente no crecería. Los fertilizantes químicos contrarrestan los efectos del agotamiento del suelo. Los charlatanes también mienten cuando afirman que las plantas cultivadas con fertilizantes naturales (como el estiércol) son nutricionalmente superiores a las cultivadas con fertilizantes sintéticos. Antes de que puedan usarlos, las plantas convierten los fertilizantes naturales en los mismos químicos que suministran los fertilizantes sintéticos. El contenido de vitaminas de un alimento está determinado por su perfil genético. Los fertilizantes pueden influir en los niveles de ciertos minerales en las plantas, pero éste no es un factor significativo en la dieta estadounidense. Los residuos de pesticidas de nuestro suministro de alimentos son extremadamente pequeños y no representan una amenaza para la salud del consumidor. Los alimentos "certificados" como "orgánicos" no son más seguros ni más nutritivos que otros alimentos. De hecho, excepto por su alto precio, no son significativamente diferentes.

9. Afirman que estamos en peligro de ser "envenenados" por los aditivos y conservantes de los alimentos comunes.

Ésta es otra táctica de miedo diseñada para socavar la confianza en los científicos especializados en alimentación y las agencias gubernamentales de protección, así como en nuestro propio suministro de alimentos. Los charlatanes quieren que pensemos que ellos nos protegen. Esperan que, si hay confianza en ellos, compraremos sus productos alimenticios "naturales". El hecho es que las pequeñas cantidades de aditivos que se utilizan en los alimentos no representan una amenaza para la salud humana. En realidad, algunos protegen nuestra salud al prevenir el deterioro, la ranciedad y el crecimiento de moho.

10. Hacen la acusación de que las Ingestas Dietéticas Recomendadas (RDA) se han fijado a un nivel demasiado bajo.

Las RDA han sido publicadas por el Consejo Nacional de Investigación [de Estados Unidos] aproximadamente cada cinco años desde 1943. Se definen como "los niveles de ingesta de nutrientes esenciales que el Consejo de Alimentos y Nutrición [de Estados Unidos] considera adecuados para satisfacer las necesidades de nutrientes conocidos de prácticamente todas las personas sanas, con base en el conocimiento científico". Ni las RDA ni los valores diarios que figuran en las etiquetas de los alimentos son "mínimos" o "requisitos". Se establecen deliberadamente por encima de lo que la mayoría de la gente necesita. La razón por la que los charlatanes afirman que las dosis diarias recomendadas son demasiado bajas es obvia: si alguien cree que necesita más de lo que puede obtener de los alimentos, es más probable que compre suplementos.

11. Afirman que la necesidad de nutrientes aumenta dado el estrés diario, y en el caso de ciertas enfermedades.

Muchos fabricantes de vitaminas han anunciado que "el estrés priva al organismo de vitaminas". Una empresa ha afirmado que, "si usted fuma, hace dieta o está enfermo, puede estar robándole vitaminas a su cuerpo". Otra ha advertido que “el estrés puede agotar las vitaminas solubles en agua presentes en su cuerpo ... y el reemplazo diario es necesario". Se promocionan otros productos para satisfacer "las necesidades especiales de los atletas".

Si bien es cierto que la necesidad de vitaminas puede aumentar levemente por el estrés físico y en determinadas enfermedades, este tipo de publicidad es fraudulenta. El estadounidense promedio, estresado o no, no corre peligro de sufrir deficiencia de vitaminas. Las mayores necesidades a las que se refieren los anuncios no rebasan las cantidades que se pueden obtener con una alimentación adecuada. Para que alguien esté realmente en peligro de sufrir deficiencia debido a una enfermedad, tendría que estar muy enfermo y necesitaría atención médica, probablemente en un hospital. ¡Pero estas promociones están dirigidas a los estadounidenses promedio que ciertamente no necesitan suplementos vitamínicos para sobrevivir al resfriado común, una partida de golf o una carrera por el vecindario! Los atletas obtienen vitaminas más que suficientes cuando comen los alimentos necesarios para satisfacer sus necesidades calóricas.

Muchos promotores de vitaminas sugieren que los fumadores necesitan suplementos de vitamina C. Si bien es cierto que los fumadores en Norteamérica [no estoy segura de que en verdad se esté incluyendo a México y Canadá...] tienen niveles algo más bajos de esta vitamina en la sangre, dichos niveles aún están muy por encima de los niveles de deficiencia. En Estados Unidos, el tabaquismo es la principal causa de muerte que se puede prevenir mediante la autodisciplina. En lugar de buscar un falso consuelo tomando vitamina C, los fumadores preocupados por su salud deben dejar de fumar. Las sugerencias de que las “vitaminas para el estrés” son útiles contra el estrés emocional también son fraudulentas.

12. Recomiendan “suplementos” y “alimentos saludables” para todos.

Los charlatanes de alimentos menosprecian los alimentos normales y ridiculizan los sistemas de buena nutrición mediante grupos de alimentos. Es posible que no indiquen que se ganan la vida con tales declaraciones, cobrando honorarios por presentaciones públicas, promocionando productos, vendiendo publicaciones o por medio de intereses financieros en compañías de vitaminas, tiendas de alimentos naturales o granjas orgánicas.

El mismo término "comida sana" es un lema engañoso. Los juicios sobre alimentos específicos deben tener en cuenta cómo contribuyen a la dieta general de un individuo. Toda la comida, en moderación, es comida sana; cualquier comida, en exceso, es comida chatarra. ¿Alguna vez se detuvo a pensar que la tienda de abarrotes de la esquina, el mercado de frutas o de carnes y el supermercado también son tiendas de alimentos naturales? Lo son, y generalmente cobran menos que las tiendas que usan el lema.

Por cierto, ¿se ha preguntado alguna vez por qué las personas que comen muchos "alimentos saludables" no dejan de sentir que deben cargarse con suplementos vitamínicos? ¿O por qué tantos compradores de “alimentos saludables” se quejan de mala salud?

13. Afirman que las vitaminas "naturales" son mejores que las "sintéticas".

Esta afirmación es una mentira rotunda. Cada vitamina es una cadena de átomos unidos en una molécula. Con pequeñas excepciones, las moléculas hechas en las "fábricas" de la naturaleza son idénticas a las hechas en las fábricas de las empresas químicas. ¿Tiene sentido pagar más por vitaminas extraídas de los alimentos, cuando puede obtenerse todo lo necesario de los alimentos mismos?

14. Sugieren que se puede utilizar un cuestionario para indicar la necesidad de suplementos dietéticos.

Ningún cuestionario puede hacer esto. Algunos emprendedores han diseñado cuestionarios extensos, calificados por computadora, con preguntas sobre los síntomas que podrían estar presentes si existiera una deficiencia de vitaminas. Pero tales síntomas ocurren con mucha más frecuencia en condiciones no relacionadas con la nutrición. Incluso cuando realmente existe una deficiencia, las pruebas no proporcionan suficiente información para descubrir la causa y poder recomendar el tratamiento adecuado. Eso requiere un examen físico y las pruebas de laboratorio adecuadas. Muchos nutricionistas responsables usan una computadora para ayudar a evaluar la dieta de sus clientes. Pero esto se hace para dar recomendaciones dietéticas, como reducir el contenido de grasa o aumentar el contenido de fibra. Los suplementos rara vez son necesarios, a menos que la persona no pueda (o no quiera) consumir una dieta adecuada.

Hay que tener cuidado también con los cuestionarios que pretenden determinar si los suplementos son necesarios para corregir "deficiencias de nutrientes" o "deficiencias dietéticas", o para diseñar suplementos "personalizados". Estos cuestionarios se calibran para que todos aquellos que realicen la prueba reciban el consejo de tomar suplementos. Los análisis dietéticos responsables comparan el consumo de alimentos diario promedio de una persona con la cantidad recomendada de porciones de cada grupo de alimentos. La forma más segura y mejor de obtener nutrientes es, generalmente, de los alimentos, no de las pastillas. Entonces, incluso si una dieta es deficiente, la acción más prudente suele ser la modificación de la dieta, en lugar de la suplementación con pastillas.

15. Dicen que bajar de peso es fácil.

A los charlatanes de la dietas les gustaría que se creyera en píldoras especiales o combinaciones de alimentos que pueden provocar una pérdida de peso “sin esfuerzo”. Pero la única forma de bajar de peso es quemar más calorías de las que se consume. Esto requiere autodisciplina: comer menos, hacer más ejercicio o, preferiblemente, hacer ambas cosas. Hay alrededor de 3,500 calorías en una libra de peso corporal. Para bajar medio kilo por semana (una cantidad segura que no sea sólo agua), hay que ingerir aproximadamente 500 calorías menos por día de las que quema. La dieta más sensata para bajar de peso es una que sea nutricionalmente balanceada en carbohidratos, grasas y proteínas. La mayoría de las dietas de moda "funcionan" al producir una pérdida de peso temporal, como resultado de la restricción de calorías. Pero, invariablemente, son demasiado monótonas y, a menudo, demasiado peligrosas para un uso prolongado. A menos de que una persona que hace dieta desarrolle y mantenga mejores hábitos alimenticios y de ejercicio, el peso perdido con una dieta pronto regresará.

El término "celulitis" se utiliza a veces para describir la grasa con hoyuelos que se encuentra en las caderas y los muslos de muchas mujeres. Aunque no hay evidencia médica que respalde la afirmación, la celulitis se presenta como un tipo especial de grasa que es resistente a la dieta y al ejercicio. Métodos infalibles para la celulitis incluyen cremas (para "disolverla"), cepillos, rodillos, esponjas vegetales, envolturas corporales y suplementos de vitaminas y minerales, con o sin hierbas. El costo de diversos planes de tratamiento va desde unos pocos dólares por una botella de vitaminas hasta muchos cientos de dólares en un salón que ofrece tratamientos térmicos, masajes, inyecciones de enzimas y/o tratamiento con varios aparatos. La simple verdad acerca de la "celulitis" es que se trata de grasa común que se puede perder sólo como parte de un programa de reducción general.

16. Afirman tener un mejor enfoque general de la atención médica

Muchos charlatanes se refieren a sus prácticas como "alternativas", "complementarias", "integradoras", "funcionales", "holísticas", "biológicas" y/o "avanzadas". Estos términos de marketing sugieren falsamente que ofrecen más que la comunidad médica basada en la ciencia.

17. Afirman tratar la "causa raíz" de los problemas de salud.

Muchos charlatanes prometen localizar y tratar la(s) causa(s) subyacente(s) de cualquier problema de salud que exista. Además de las deficiencias de nutrientes, el favorito actual incluye alergias ocultas, sensibilidad química, toxicidad por metales pesados, infecciones por hongos, mohos, ("cándida"), enfermedad de Lyme, desequilibrios hormonales, bloqueos de energía y huesos espinales desalineados (el favorito de los quiroprácticos). La táctica de la "causa raíz" responde a varios objetivos. Primero, implica que la atención médica estándar fallará, porque es un enfoque superficial. En segundo lugar, permite que los charlatanes se beneficien vendiendo un supuesto tratamiento tras otro a prácticamente todos quienes les creen.

18. Prometen resultados rápidos, dramáticos y milagrosos.

A menudo, las promesas son sutiles o expresadas en "palabras escurridizas" que crean la ilusión de una promesa, misma que los promotores pueden negar haber hecho cuando las autoridades se acercan. Las promesas falsas de curación son la práctica más inmoral de los charlatanes. No parece importarles a cuántas personas arruinan económica o espiritualmente - por la euforia de la buena fortuna que esperan, seguida de una profunda depresión cuando el "tratamiento" falla. Los charlatanes tampoco llevan la cuenta, mientras llenan sus cuentas bancarias, de cuántas personas se alejan de una atención médica eficaz, hacia la discapacidad o la muerte.

Los charlatanes dirán que las “megavitaminas” (enormes dosis de vitaminas) pueden prevenir o curar muchas dolencias diferentes, particularmente las emocionales. Pero no dirán que la “evidencia” que respalda tales afirmaciones no es confiable, porque las investigaciones, anécdotas o testimonios en los que se basan son inadecuados. Tampoco informan los charlatanes que las megadosis pueden ser perjudiciales. La terapia con megavitaminas (también llamada "terapia ortomolecular") es una ruleta nutricional, y sólo la casa obtiene ganancias.

19. Venden habitualmente vitaminas y otros "suplementos dietéticos" como parte de su práctica.

Aunque las vitaminas son útiles como agentes terapéuticos para ciertos problemas de salud, el número de dichas afecciones es pequeño. Los practicantes que venden suplementos en sus oficinas invariablemente los recomiendan de manera inapropiada. Además, estos productos tienden a ser sustancialmente más caros que otros similares de venta en farmacias o incluso en tiendas naturistas. También hay que ignorar cualquier publicación o sitio web cuyo editor o casa editorial venda suplementos dietéticos.

20. Usan avisos legales redactados en jerga pseudo médica.

En lugar de prometer curar la enfermedad, algunos charlatanes prometen "desintoxicar", "purificar", "revitalizar" o "energizar" el cuerpo. "Equilibrar" la química o "energía electromagnética". Ponerlo en armonía con la naturaleza. "Estimular" o "fortalecer" el sistema inmunológico. “Asistir” o “rejuvenecer” varios órganos del cuerpo. "Desbloquear la capacidad de curación del cuerpo". O estimular el poder del cuerpo para curarse a sí mismo. Por supuesto, nunca identifican ni hacen mediciones válidas de antes y después para ninguno de estos procesos. Dichas exenciones de responsabilidad legal tienen dos propósitos. Primero, dado que es imposible medir los procesos a los que aluden los charlatanes, puede ser difícil probar que están equivocados. Además, si un charlatán no es médico, el uso de terminología no médica puede ayudarle a evitar sanciones por ejercer la medicina sin licencia, aunque no debería suceder. Muchos comercializadores de suplementos dietéticos y productos herbales utilizan un lenguaje similar para describir los propósitos de sus productos.

La afirmación de "estimular el sistema inmunológico" es especialmente notable cuando se aplica a las alergias y a los trastornos autoinmunitarios como la esclerosis múltiple. En estas condiciones, los mecanismos inmunitarios fallan y atacan las células del propio cuerpo. Si el supuesto tratamiento pudiera realmente mejorar la función inmunológica, ¡empeoraría estas condiciones!

Algunos enfoques de la “desintoxicación” se basan en nociones de que, como resultado de la estasis intestinal, el contenido intestinal se pudre, y se forman y absorben toxinas, lo que provocan una intoxicación crónica del cuerpo. Esta teoría de la "autointoxicación" era popular a principios del siglo XX, pero fue abandonada por la comunidad científica durante la década de 1930. Nunca se han encontrado tales “toxinas”, y observaciones cuidadosas han demostrado que las personas con buena salud pueden variar mucho en sus hábitos intestinales. Los charlatanes también pueden sugerir que la materia fecal se acumula en el revestimiento del intestino y causa problemas si no se elimina con laxantes, irrigación del colon, dietas especiales y/o varias hierbas o suplementos alimenticios que “limpian” el cuerpo. La falsedad de esta noción es obvia para los médicos que realizan cirugías intestinales o examinan el intestino grueso con un instrumento de diagnóstico. La materia fecal no se adhiere al revestimiento intestinal. La irrigación del colon se realiza insertando un tubo en el recto y bombeando hasta 90 litros de agua adentro y afuera. Este tipo de enema no sólo no tiene valor terapéutico, sino que puede causar un desequilibrio electrolítico fatal. También se han reportado casos de muerte por perforación e infección intestinal (por equipo contaminado).

21. Afirman usar o movilizar fuerzas curativas que no son reconocidas por la ciencia

Muchos charlatanes afirman que pueden curar enfermedades movilizando fuerzas curativas con un dispositivo. Típicamente afirman que todas las células vibran con "frecuencias" específicas que su dispositivo puede contrarrestar con frecuencias de curación. Algunos incluso afirman que este proceso se puede hacer  a través de líneas telefónicas o a través de Internet. Dado que las fuerzas que afirman movilizar no pueden ser detectadas por instrumentos científicos, es seguro suponer que no existen.

22. Usan anécdotas y testimonios para respaldar sus afirmaciones.

Todos tendemos a creer lo que otros nos dicen sobre experiencias personales. Pero separar causa y efecto de las coincidencias puede ser difícil. Si alguien dice que el producto X ha curado su cáncer, artritis o lo que sea, hay que ser escéptico. Es posible que en realidad no hayan tenido la afección. Si la hubieran tenido, lo más probable es que su recuperación se hubiera producido sin ayuda del producto X. La mayoría de los episodios individuales de enfermedad terminan con el paso del tiempo, y la mayoría de las dolencias crónicas tienen periodos sin síntomas. Establecer verdades médicas requiere investigación cuidadosa y repetida, con experimentos bien diseñados, y no informes de coincidencias mal percibidas como causa y efecto. Es por eso que la evidencia testimonial está prohibida en los artículos científicos, generalmente es inadmisible en los tribunales y no se usa para evaluar si las drogas pueden ser comercializables legalmente o no. Cabe imaginar lo que sucedería si la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) decidiera que los ensayos clínicos son demasiado costosos y, por lo tanto, la aprobación de medicamentos se basará en cartas testimoniales o entrevistas con algunos pacientes.

Las anécdotas (informes de experiencias individuales) ocasionalmente brinda sugerencias sobre lo que puede valer la pena estudiar. Como dijo recientemente el comentarista anónimo de un blog: "Las anécdotas son la forma en que se comienza una investigación, no como se termina".

Nunca hay que subestimar hasta qué punto pueden ser engañadas las personas por un remedio inútil. A principios de la década de 1940, muchos miles de personas se convencieron de que el “glioxiluro” podía curar el cáncer. [N del t: "glyoxylate" una supuesta droga milagrosa] Sin embargo, el análisis mostró que se trataba simplemente de agua destilada. [1]. Muchos años antes, cuando el arsénico se usaba como "tónico", innumerables personas habían jurado que funcionaba, pese a que los envenenaba lentamente.

Los síntomas psicosomáticos (reacciones corporales a la tensión) a menudo se alivian con cualquier cosa que se tome, si se sugiere que funcionará. El cansancio y otros dolores y molestias menores pueden responder a cualquier pócima recomendada con entusiasmo. Para estos problemas, incluso los médicos pueden recetar un placebo. Un placebo es una sustancia que no tiene ningún efecto farmacológico sobre la afección para la que se usa, pero que se administra para satisfacer a un paciente que supone que se trata de un medicamento. Las vitaminas (como las inyecciones de B12) se usan comúnmente de esta manera.

Los placebos actúan por sugestión. Desafortunadamente, algunos médicos se tragan la publicidad de ventas o se confunden con sus propias observaciones y “creen en las vitaminas” más allá de las que proporciona una buena dieta. Quienes comparten dichas creencias falsas lo hacen porque confunden la coincidencia o la acción placebo con causa y efecto. Los creyentes en la homeopatía cometen el mismo error.

Recuerde, también, que las anécdotas y testimonios pueden ser fabricaciones complejas, historias simplemente inventadas para fines de marketing, y que las personas a las que se atribuyen pueden ser que ni siquiera existan.

23. Afirman que el azúcar es un veneno mortal.

Muchos vendedores de vitaminas nos quieren hacer creer que el azúcar refinada (blanca) es "el asesino en la mesa del desayuno", la causa subyacente de todo, desde enfermedades cardíacas hasta hipoglucemia. Esto es una gran exageración. El exceso de azúcar puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de enfermedades cardíacas y varios otros problemas de salud y debe evitarse. Sin embargo, el hecho es que cuando el azúcar se usa con moderación, como parte de una dieta normal y equilibrada, es una fuente perfectamente segura de calorías y un gusto al comer. El azúcar es un factor en las caries, pero lo que cuenta no es simplemente la cantidad de azúcar en la dieta, sino el tiempo que los carbohidratos digeribles permanecen en contacto con los dientes. Esto, a su vez, depende de factores tales como la viscosidad de los alimentos, el tipo de bacterias que hay en los dientes y el grado de higiene bucal practicada por el individuo.

24. Muestran credenciales no reconocidas por científicos o educadores responsables.

La columna vertebral de la integridad educativa en Estados Unidos es un sistema de acreditación de agencias reconocidas por la Secretaría de Educación de Estados Unidos o el Consejo de Acreditación de Educación Superior (CHEA, por sus siglas en inglés), que es una agencia coordinadora no gubernamental. Los “títulos” de escuelas no acreditadas rara vez valen más que el papel en el que están impresos. En el campo de la salud, ninguna escuela no acreditada puede capacitar a nadie para dar consejos confiables. También hay que tomar en cuenta que algunas escuelas no acreditadas establecen sus propios organismos de acreditación no reconocidos.

Desafortunadamente, la posesión de un título acreditado no garantiza la confiabilidad. Algunas escuelas que enseñan métodos no científicos (quiropráctica, naturopatía, acupuntura e incluso métodos nutricionales de curanderos) han obtenido acreditación. Peor aún, un pequeño porcentaje de personas capacitadas en instituciones de renombre (como escuelas de medicina o odontología, o universidades acreditadas) se han desviado del pensamiento científico.

Dado que los charlatanes operan fuera de la comunidad científica, también tienden a formar sus propias organizaciones "profesionales". En algunos casos, el único requisito para ser miembro es el pago de una tarifa. Nosotros y otras personas que conocemos hemos obtenido certificados lujosos de “miembro profesional” para mascotas domésticas, simplemente enviando el nombre de la mascota, la dirección y un cheque por 50 dólares.[2] No se debe asumir que todos los grupos con nombres que suenan científicos son respetables. Hay que descubrir si sus puntos de vista tienen una base científica. También hay que tomar en cuenta que los grupos que promueven tratamientos no estándar a menudo establecen una junta de certificación para que sus miembros puedan afirmar que están certificados por un Consejo.

Algunos charlatanes son promocionados con superlativos como "el nutricionista más destacado del mundo" o "el principal experto en nutrición de Estados Unidos". No hay ninguna ley contra esta táctica, como tampoco hay ninguna ley que impida llamarse a sí mismo "el amante más destacado del mundo". Sin embargo, la comunidad científica no reconoce tales títulos. La designación "Nominado al Premio Nobel" también es fraudulenta, y debe suponerse que implica que alguien se ha nominado a sí mismo o que un colaborador cercano lo ha hecho.

Algunos emprendedores afirman tener títulos y/o afiliaciones a escuelas, hospitales y/o grupos profesionales que en realidad no existen. El campeón moderno de este enfoque parece ser el fallecido Gregory E. Caplinger, quien afirmó haber obtenido un título médico, capacitación especializada, certificación de la junta y decenas de afiliaciones profesionales, todo de fuentes falsas o inexistentes.

Algunas organizaciones incluso emiten "licencias" que carecen de reconocimiento gubernamental. El más notable de ellos es la Asociación Médica Pastoral (PMA, por sus siglas en inglés), que "autoriza" a los médicos y registra a los posibles pacientes como "miembros" que desean recibir atención de estos proveedores. Alentados por la PMSA[Sic], cientos de profesionales están utilizando las credenciales “PSc.D.”, “D.PSc.” y/o “Doctor en Medicina Pastoral” para promover sus servicios.[3]

Incluso las credenciales legítimas pueden usarse para engañar. El "Premio de Reconocimiento Médico" de la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en inglés) requiere la participación en 150 horas de educación continua durante un periodo de tres años y el pago de una pequeña tarifa. La mayoría de los médicos en ejercicio cumplen con este estándar educativo, porque es necesario estudiar para mantenerse al día. Los hospitales acreditados requieren esta cantidad de educación continua para mantener los privilegios del personal, y algunos estados (de Estados Unidos) la requieren para renovar las licencias. Sin embargo, la mayoría de los médicos que hacen esto no se molestan en obtener el certificado AMA. Dado que el premio no refleja ningún logro o experiencia especial, usarlo con fines promocionales no es un comportamiento apropiado.

25. Ofrecen determinar el estado nutricional del cuerpo con pruebas o cuestionarios no válidos.

Varios miembros de la industria de alimentos saludables y profesionales no científicos utilizan pruebas que, según ellos, pueden determinar el estado nutricional del cuerpo y, por supuesto, qué productos hay que comprarles. Uno de los métodos favoritos es el análisis del cabello. Por alrededor de 35 a 75 dólares y un mechón de cabello, se puede obtener una elaborada impresión por computadora de las vitaminas y minerales que supuestamente se necesitan. El análisis del cabello tiene un valor limitado en el diagnóstico de intoxicación por metales pesados (principalmente en medicina forense), pero es inútil como dispositivo examen para detectar problemas nutricionales.[4] Si un laboratorio de análisis de cabello recomienda suplementos, puede tener la seguridad de que sus computadoras están programadas para recomendarlos a todos. Otras pruebas que se utilizan para vender suplementos incluyen análisis de aminoácidos en la orina, pruebas musculares (kinesiología aplicada), iridología, análisis de células vivas (también llamado análisis de video de campo oscuro, análisis de sangre nutricional, hematología vital y biocitónica), algunas pruebas genéticas, tipificación sanguínea, cuestionarios de "deficiencia de nutrientes" y/o estilo de vida, y aparatos de "electrodiagnóstico".

26. Diagnosticar sus enfermedades favoritas en prácticamente todos quienes los consultan.

Al menos 25 etiquetas de diagnóstico clasificables como tendencias han estado de moda durante los últimos cincuenta años.[5] Hay practicantes no científicos que aplican uno o más de estos diagnósticos a casi todos los pacientes que ven. Los más comunes incluyen fatiga suprarrenal, hipersensibilidad a la candidiasis, hipotiroidismo, "intestino permeable", sensibilidad química, hipersensibilidad eléctrica, toxicidad por amalgama, enfermedad de Lyme, "parásitos", hipoglucemia, "complejo de subluxación vertebral" e incluso "deficiencia magnética". [5] Algunos se refieren a enfermedades reales (que los pacientes no tienen), mientras que otros no son reconocidos por la comunidad científica. En muchos casos, se utilizan pruebas no estándar para "diagnosticarlos" y recomendar "suplementos dietéticos", "desintoxicación" y/o varios procedimientos para tratarlos. Un pequeño porcentaje de médicos y un gran porcentaje de quiroprácticos, naturópatas, acupunturistas y "nutricionistas" falsos están involucrados en este proceso. Otros también pueden beneficiarse vendiendo materiales educativos que promueven estas supuestas condiciones y los brebajes complementarios que supuestamente ayudan.

27. Afirman que la medicina ortodoxa los persigue y que su trabajo es reprimido porque es controversial.

El "cargo de conspiración" es un intento de ganar simpatía al retratar al charlatán como "desvalido". Los charlatanes suelen afirmar que la Asociación Médica Estadounidense está en su contra porque sus curas reducirían los ingresos que obtienen los médicos al mantener a las personas enfermas. ¡No hay que caer en tales tonterías! Los médicos de renombre están muy ocupados. Además, muchos médicos que participan en planes de salud prepagados, prácticas grupales, enseñanza de tiempo completo y servicio gubernamental reciben el mismo salario tanto si sus pacientes están enfermos como si no, por lo que mantener sanos a sus pacientes reduce su carga de trabajo, no sus ingresos.

Los charlatanes también afirman que existe una "controversia" sobre los hechos entre ellos y "los burócratas", la medicina organizada o "el sistema". Claman por un examen médico de sus afirmaciones, pero ignoran cualquier evidencia que las refute. La táctica de "¿crees en las vitaminas?" es otra estratagema utilizada para aumentar la confusión. Todo el mundo sabe que las vitaminas son necesarias para el cuerpo humano. La verdadera pregunta es: "¿se necesitan vitaminas adicionales, además de una dieta equilibrada?" Para la mayoría de la gente la respuesta es no. La nutrición es una ciencia, no una religión. Se basa en cuestiones de hechos, no de creencias.

Cualquier médico que encontrara una vitamina u otro preparado que pudiese curar la esterilidad, las enfermedades cardíacas, la artritis, el cáncer o similares, podría hacer una enorme fortuna. Los pacientes acudirían en masa a dicho médico (como lo hacen ahora con quienes falsamente afirman curar tales problemas), y los colegas lo colmarían de premios, ¡incluido el extremadamente lucrativo Premio Nobel! Y no hay que olvidar que los médicos también se enferman. ¿Es creíble que conspiraron para suprimir las curas de enfermedades que también los afligen a ellos y a sus seres queridos? Cuando se conquistó la poliomielitis, los pulmones de acero quedaron prácticamente obsoletos, pero nadie se resistió a este avance con el pretexto de que obligaría a los hospitales a cambiar. Y los científicos tampoco lamentarán la derrota final del cáncer.

28. Afirman haber recorrido el mundo para encontrar lo que funciona.

Algunos promotores cuentan historias sobre cómo, cuando ellos o un ser querido se enfermaron, viajaron por todo el mundo y encontraron una cura. Tales historias implican que existen curas "desconocidas" o "secretas", que se pueden encontrar si se busca lo suficiente. Piénselo. Si alguien conociera una cura así, ¿por qué no querría compartirla, además de la fama, la fortuna y los buenos sentimientos que se derivarían de ello?

29. Advierten que no se confíe en los médicos.

Los charlatanes quieren que se confíe en ellos, y sugieren que la mayoría de los médicos son "carniceros" y "envenenadores". Exageran las deficiencias del sistema de atención médica, pero ignoran por completo las suyas propias y las de otros charlatanes. Por la misma razón, los charlatanes también afirman que los médicos son analfabetos de la nutrición. Esto también es falso. Los principios de la nutrición son los de la bioquímica y la fisiología humana, cursos obligatorios en todas las facultades de medicina. Algunas facultades de medicina no enseñan un curso obligatorio separado denominado “Nutrición”, porque el tema se incluye en otros cursos, en los puntos donde es más relevante. Por ejemplo, la nutrición en el crecimiento y el desarrollo se enseña en pediatría, la nutrición en la cicatrización de heridas se enseña en cirugía y la nutrición en el embarazo se trata en obstetricia. Además, muchas escuelas de medicina ofrecen instrucción independiente sobre nutrición.

La formación de un médico, por supuesto, no termina el día de su graduación de la escuela de medicina o la finalización de su formación especializada. La profesión médica aboga por la educación permanente, y algunos estados (en Estados Unidos) la exigen para renovar las licencias. Los médicos pueden ampliar sus conocimientos sobre nutrición leyendo revistas médicas y libros de texto, discutiendo casos con colegas y asistiendo a cursos de educación continua. La mayoría de los médicos saben lo que los nutrientes pueden y no pueden hacer, y son capaces de diferenciar entre un descubrimiento nutricional real y una tontería de charlatán. Quienes no pueden responder preguntas sobre dietética (planificación de comidas), pueden derivar a los pacientes a alguien que pueda, generalmente un dietista registrado. Como todos los seres humanos, los médicos a veces cometen errores. Sin embargo, los charlatanes ofrecen maltrato la mayor parte del tiempo.

30. Alientan a los pacientes a realizar cruzadas en pro de sus métodos de tratamiento.

Hace un siglo, antes de que la metodología científica fuera generalmente aceptada, las nuevas ideas válidas eran difíciles de evaluar y, a veces, eran rechazadas por la mayoría de la comunidad médica, sólo para ser confirmadas más tarde. Sin embargo, hoy en día los tratamientos que han demostrado eficacia son bienvenidos por los profesionales científicos y no necesitan un grupo para hacer campaña. Los charlatanes buscan respaldo político porque no pueden demostrar que sus métodos funcionan. En cambio, puede que busquen legalizar sus tratamientos y hacer que las compañías de seguros se vean obligadas a pagarlos. Una de las señales más seguras de que un tratamiento no funciona es una campaña política para proteger a los practicantes que lo utilizan.

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Por Stephen Barrett, Doctor en Medicina Este artículo fue revisado el 02 de marzo 2022 , publicado originalmente en Quackwatch;


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