Osteoartritis (OA): evidencia sobre glucosamina y condroitina
La osteoartritis (OA), el tipo más común de artritis, es una enfermedad degenerativa de las articulaciones. Aunque en ocasiones puede causar inflamación aguda, con mayor frecuencia es un cuadro de “desgaste por uso” que implica la degeneración del cartílago articular y la formación de espolones óseos. El trauma articular, el uso ocupacional repetitivo y la obesidad son factores de riesgo. La mayoría de las personas mayores de 60 años presentan OA en algún grado, y aproximadamente 16 millones requieren atención médica. El objetivo principal del tratamiento es aliviar el dolor.
La glucosamina y la condroitina se han promocionado ampliamente como tratamiento para la OA. Se cree que la glucosamina —un aminoazúcar— promueve la formación y reparación del cartílago. La condroitina —un carbohidrato— es un componente del cartílago al que se le atribuye favorecer la retención de agua y la elasticidad, además de inhibir enzimas que lo degradan. Ambos compuestos son producidos por el organismo; los suplementos de glucosamina suelen derivarse de conchas de mariscos y los de condroitina, de cartílago bovino.
Resultados de la investigación
Estudios de laboratorio sugieren que la glucosamina puede estimular la producción de proteínas del cartílago, mientras que la condroitina podría inhibir enzimas que lo destruyen y atenuar la inflamación. En humanos, algunos estudios han hallado alivio de dolor y rigidez con menos efectos secundarios que fármacos convencionales; otros no han mostrado beneficio. Conforme se acumuló la evidencia, revisiones de expertos han sido cautas: aunque los reportes positivos superan en número a los negativos, los ensayos con resultados negativos han sido más grandes y mejor diseñados [1]. Tampoco está claro que la glucosamina supere a opciones establecidas como paracetamol, AINE tradicionales o inhibidores selectivos de COX-2 [2].
El ensayo más grande y riguroso es el GAIT (Glucosamine/Chondroitin Arthritis Intervention Trial), financiado por los NIH (EE. UU.). En 2006, un estudio de 24 semanas con 1,583 pacientes evaluó clorhidrato de glucosamina (500 mg tres veces al día), sulfato de condroitina (400 mg tres veces al día), la combinación de ambos, celecoxib (200 mg/día) y placebo. No se observaron reducciones de dolor de rodilla superiores al placebo con glucosamina o condroitina, solos o combinados; en dolor moderado hubo ~17 % de mejoría sobre placebo [3].
Un editorial acompañante concluyó:
Con base en este estudio, es prudente indicar a los pacientes con OA sintomática de rodilla que ni el clorhidrato de glucosamina ni el sulfato de condroitina, por separado, han demostrado ser más eficaces que el placebo. Si se eligen suplementos, se sugiere sulfato de glucosamina (no clorhidrato) y, en dolor severo, considerar añadir sulfato de condroitina. Tres meses bastan para evaluar eficacia; si no hay mejoría clínica, suspender. No hay evidencia de prevención de OA en personas sanas o con dolor de rodilla y radiografías normales [4].
En 2007, un estudio de un año con 71 pacientes no halló diferencias significativas en función ni dolor entre tratamiento y placebo [5]. Ese mismo año, un metanálisis concluyó que el beneficio sintomático de la condroitina es mínimo o inexistente y desalentó su uso rutinario [6].
Para valorar si glucosamina/condroitina modifican la estructura articular, ~570 participantes de GAIT continuaron 18 meses más (total 2 años). En 2008 se reportó que ningún grupo mostró beneficio estructural significativo (ralentización del estrechamiento del espacio articular) [7].
En 2010, dos estudios no hallaron beneficio con 1,500 mg/día de glucosamina: uno en 250 adultos con dolor lumbar crónico y OA degenerativa (sin mejoras frente a placebo) [8], y otro en 662 participantes con OA de rodilla moderada a grave dentro de GAIT (sin diferencias estadísticamente significativas entre grupos) [9]. En 2014, un estudio observacional en 1,625 pacientes tampoco encontró mejoras sintomáticas ni en la progresión de la enfermedad en usuarios de glucosamina/condroitina frente a no usuarios [10].
Productos
En Estados Unidos y México, la glucosamina y la condroitina se comercializan como suplementos alimenticios. La glucosamina se vende como sulfato, clorhidrato (HCl) o N-acetilglucosamina (NAG), a veces con cloruro de potasio o sodio. No hay evidencia concluyente de que una forma sea superior. La condroitina se vende típicamente como sulfato.
Controles de calidad independientes han encontrado variabilidad en contenido y dosificación. ConsumerLab (1999–2001) detectó productos con niveles de condroitina inferiores a lo declarado y uno con manganeso excesivo [11]. Informes posteriores mostraron que muestras de glucosamina cumplían lo indicado en etiqueta, mientras que algunas de condroitina no [12]. Consumer Reports (2001) halló estandarización razonable en la mayoría, pero varios productos no alcanzaron el 90 % del contenido prometido o recomendaban dosis inferiores a las usadas en ensayos clínicos [13].
Consideraciones sobre seguridad
En general, los estudios no han observado efectos adversos graves con glucosamina o condroitina. Los más comunes son gases e heces blandas. Estudios en animales plantearon que la glucosamina podría empeorar la resistencia a la insulina; en humanos, ese riesgo no se ha confirmado, pero personas con diabetes deben vigilar estrechamente su glucemia. Aunque no se han reportado reacciones alérgicas frecuentes a la glucosamina, por su origen en conchas de mariscos se recomienda precaución o evitarla en alergia a mariscos. La condroitina puede incrementar el riesgo de sangrado en personas con trastornos hemorrágicos o que usan anticoagulantes.
En 2001, Vital Nutrients retiró dos productos (Joint Ease y Verified Quality Joint Comfort) por contener ácido aristolóquico —sustancia nefrotóxica y carcinógena— [14]. En 2008, un medio escocés reportó muertes por insuficiencia hepática semanas después de tomar glucosamina; aunque no se estableció causalidad, se emitió advertencia local [15].
Conclusiones y recomendaciones
La condroitina parece no ofrecer beneficio clínico relevante. La glucosamina mantiene incertidumbre, pero los ensayos mejor diseñados sugieren ausencia de eficacia significativa. Ante evidencia limitada e inconsistente —y posibles problemas de calidad de producto—, considera lo siguiente:
- Busca primero un diagnóstico con un profesional competente.
- Comenta con tu médico pros y contras de las opciones terapéuticas.
- Si decides probar glucosamina, evalúa un ensayo de 3 meses. Si no hay mejoría clínica, suspende. Pide apoyo (médico/Consumer Reports/ConsumerLab) para elegir marca y dosis.
- Asume que la condroitina probablemente represente un gasto sin beneficio.
- Desconfía de supuestas “curas milagrosas” para la artritis o de publicidad radial/televisiva.
- Compara precios y promociones con cautela; evita basar decisiones en marketing.
Referencias
- Bausell RB. Snake Oil Science: The Truth about Alternative and Complementary Medicine. Oxford University Press, 2007, p. 251.
- Update on glucosamine for osteoarthritis. Medical Letter 43:111–112, 2001.
- Clegg DO, et al. Glucosamine, chondroitin sulfate, and the two in combination for painful knee osteoarthritis. NEJM 354:795–808, 2006.
- Hochberg MC. Nutritional supplements for knee osteoarthritis—Still no resolution. NEJM 354:848–850, 2006.
- Sawitzke AD, et al. The effect of glucosamine and/or chondroitin sulfate on the progression of knee osteoarthritis. Arthritis & Rheumatism 58:3183–3191, 2008.
- Reichenbach S, et al. Meta-analysis: chondroitin for osteoarthritis of the knee or hip. Ann Intern Med 146:580–590, 2007.
- Messier SP, et al. Glucosamine/chondroitin combined with exercise for knee OA: a preliminary study. Osteoarthritis Cartilage 15:1256–1266, 2007.
- Wilkens P, et al. Effect of glucosamine on pain-related disability in chronic low back pain and degenerative lumbar OA. JAMA 304:45–52, 2010.
- Sawitzke AD, et al. Clinical efficacy and safety… 2-year results from GAIT. Ann Rheum Dis 69:1459–1464, 2010.
- Yang S, et al. Effects of glucosamine and chondroitin on treating knee OA. Arthritis & Rheumatism, Nov 4, 2014.
- Product review: Glucosamine and Chondroitin. ConsumerLab, 2002.
- Product review: Joint supplements. ConsumerLab, 2007.
- Joint remedies. Consumer Reports, Jan 2002.
- FDA: Vital Nutrients recalls Joint Ease & Verified Quality Joint Comfort Complex. 24 May 2001.
- MacDermid A. Death sparks safety concern over popular pain remedy. The Herald (Glasgow), 4 Mar 2008.
Este artículo fue revisado el 21 de noviembre de 2014
Artículo original en inglés por Stephen Barrett, MD
Revisión en español por Israel Rodríguez

Corrección de estilo: | Elliot Payen y Ramón Bartor |
Revisión técnica: | Israel Rodríguez |
Actualización breve (2025)
Las guías clínicas recientes siguen sin recomendar el uso rutinario de glucosamina o condroitina para la osteoartritis por falta de beneficio clínico consistente frente a placebo y a tratamientos estándar. Puede considerarse un ensayo individual de glucosamina por tiempo limitado en pacientes que lo soliciten, con revisión a 3 meses y suspensión si no hay mejoría. La calidad y dosificación de los productos varía; revisa interacciones (p. ej., anticoagulantes en el caso de condroitina) y consulta a tu médico.