La reflexología, también llamada terapia de zona, se basa en la idea de que cada parte del cuerpo está representada en las manos y los pies, y que presionar áreas específicas puede tener efectos terapéuticos en otras partes del organismo. Sus defensores afirman:

  • El cuerpo está dividido en 10 zonas longitudinales, cinco en cada lado.
  • Cada órgano o parte del cuerpo está representado en las manos y los pies.
  • Un médico puede diagnosticar anormalidades al sentir las manos o los pies.
  • Masajear o presionar estas áreas puede estimular el flujo de energía, sangre, nutrientes e impulsos nerviosos a la zona corporal correspondiente, aliviando así dolencias.

Las vías postuladas por los reflexólogos no se han demostrado anatómicamente, por lo que se asume que no son verdaderas. Un criterio similar utilizan los iridólogos (que creen que marcas en los ojos representan enfermedades en el cuerpo) y los acupunturistas auriculares (que “mapean” los órganos en la oreja). El método es comparable: algunos consideran que presionar “puntos de acupuntura” en oído, manos o pies es una forma de reflexología, aunque suele denominarse acupresión.

Los reflexólogos suelen afirmar que sus procedimientos alivian el estrés, lo cual puede ser cierto en el sentido de proporcionar relajación temporal. Sin embargo, las explicaciones ofrecidas no corresponden al conocimiento científico. Otros promueven la reflexología como cura para múltiples enfermedades (asma, problemas cardíacos, renales, hepáticos, pérdida de cabello, convulsiones en bebés, etc.), pero no existe respaldo científico para tales afirmaciones.

Orígenes históricos

La reflexología fue introducida en Estados Unidos en 1913 por William H. Fitzgerald, médico especialista en oídos, nariz y garganta, quien la llamó “terapia de zona”. Posteriormente, Eunice D. Ingham (1899-1974) desarrolló la práctica enfocándose en los pies. Más tarde, Mildred Carter la promovió como método casi milagroso de salud.

Entrenamiento y estatus legal

La reflexología no está reconocida legalmente como práctica médica. No se requiere capacitación formal ni licencia para ejercerla. Algunos cursos, como los del Instituto Internacional de Reflexología (Florida, EE.UU.), ofrecen certificaciones privadas, sin validez médica ni legal.

Resultados de la investigación

Estudios clínicos y revisiones sistemáticas han concluido que la reflexología no tiene eficacia comprobada más allá del efecto placebo y de la relajación asociada al masaje de pies.

Reflexiones finales

La reflexología se basa en una teoría sin fundamento anatómico ni fisiológico. Puede ofrecer una experiencia de relajación similar a un masaje, pero no ha demostrado capacidad de diagnóstico ni de tratamiento de enfermedades. Cualquier declaración contraria debe considerarse pseudocientífica y riesgosa si sustituye la atención médica adecuada.

Actualización 2025

En la actualidad, la reflexología continúa siendo popular como práctica de bienestar alternativo, especialmente en spas y centros de masajes. Sin embargo, la evidencia científica sigue sin demostrar eficacia médica. Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifican la reflexología dentro de las prácticas complementarias, advirtiendo que no debe sustituir diagnósticos ni tratamientos médicos. Su valor, hasta la fecha, se limita a proporcionar relajación y sensación subjetiva de bienestar.

Artículo original en inglés por Stephen Barrett, Doctor en Medicina. Traducción al español por Brisa L. Arenas Gómez. Revisión por Samantha McDermoth. Atribución CC BY.