A menudo escribo sobre el daño potencial tanto directo como indirecto que puede ser consecuencia de las diversas formas de la llamada medicina complementaria/alternativa/integradora. Incluso he discutido varios casos en que los niños han sufrido lesiones graves o incluso la muerte, pero puedo contar con los dedos de una mano cuántas veces me he encontrado con un paciente de este tipo. Tristemente, mi racha fue rota recientemente por un caso de quemaduras químicas severas causadas por la aplicación bien intencionada de pasta de ajo sobre la piel de un niño con una presunta infección por hongos.

Esta no es la primera vez que una discusión sobre el ajo ha adornado las páginas de Science-Based Medicine (N del T: Medicina Basada en Ciencia, que es la traducción literal del nombre del sitio del cual fue tomado el artículo). Después de todo, es un remedio popular que con frecuencia recomiendan con buenas intenciones tanto naturópatas, amigos y familiares, para tratar una amplia variedad de padecimientos. La evidencia que sustenta cualquier beneficio médico verdadero, como lo discutió Scott Gavura en junio, es deficiente (N. del T. Scott Gavura es un conocido investigador farmacéutico que contribuye como divulgador en Science-Based Medicine). Sin embargo, me atrevo a decir que la evidencia a favor de su eficacia culinaria es definitivamente una tendencia positiva, aunque esta es una evaluación completamente subjetiva.

La publicación de Scott se centró sistemáticamente en el ajo ingerido en forma de suplementos para problemas médicos como enfermedades cardíacas, diabetes, infecciones e incluso alergias. Y si bien hay algún beneficio potencial cuando se trata de los dos primeros en esa lista, la evidencia hasta ahora es débil y no justifica las recomendaciones para ese propósito. Las aplicaciones tópicas (N del T: aplicaciones sobre la superficie de la piel o las mucosas) son otra forma común en que el ajo se utiliza con fines medicinales, y una en la que la evaluación del riesgo-beneficio es mucho más problemática.

El ajo tópico se recomienda típicamente para una variedad de afectaciones de la piel debido a sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, que sí son efectivas... en una caja de Petri. Simplemente no se ha demostrado que tengan un equivalente de beneficio clínico en humanos. Sin embargo, Internet está lleno de artículos que recomiendan preparaciones de ajo tópico basándose en las propiedades mencionadas. Una entrada del blog de Perfect Image (N. del T. El autor hace referencia a una empresa de cosméticos estadounidense) es un ejemplo bastante representativo porque afirma que el ajo tópico puede ayudar con la alopecia, verrugas, infecciones fúngicas, psoriasis, queloides, callos y leishmaniasis

Al menos el artículo del blog menciona la posibilidad de dermatitis alérgica e irritante causada por la aplicación tópica del ajo, aunque omite la posibilidad de quemaduras de segundo grado en niños. Afortunadamente, es poco probable que las recomendaciones específicas que el artículo discute sobre cómo aplicar el ajo, con tiempos de exposición cortos y envolturas oclusivas ausentes, causen lesiones graves incluso si se usan en un niño. Pero no todos los recursos en línea son tan cuidadosos en sus recomendaciones sobre el ajo tópico. Este otro artículo de Medical News Today (N. del T. El artículo se encuentra disponible aquí: Home remedies for ringworm: 11 natural treatments) recomienda una exposición prolongada y envolturas con gasa, y tampoco menciona la posibilidad de lesiones graves.

Walnut Creek Naturopathic, otro sitio web, al igual que varios lo han hecho, recomienda el ajo intravaginal para las infecciones por levaduras (candidiasis):

También se puede insertar un diente de ajo en la vagina para eliminar la levadura localmente. Pele el diente de ajo con cuidado para no hacerle muescas, e insértelo vaginalmente a la hora de acostarse, durante 6-8 horas. También puede insertar el ajo como un collar para facilitar su extracción posterior. De lo contrario, el ajo puede ser ocasionalmente más difícil de retirar. ¡Relájese! ¡Si se pierde, estará en alguna parte! Guardando seriedad, a veces se puede meter detrás del cuello uterino. Pujar como si estuviera teniendo una evacuación intestinal mientras busca el ajo,  generalmente resuelve el problema".

No soy un ginecólogo, pero la Dra. Jen Gunter lo es y ella no es una fan del ajo para las infecciones por candida (N del T: Vulvovaginitis candidiásica :

"Mi consejo", tuiteó la Dra. Gunter, "no haga caso de nadie que recomiende ajo vaginal para tratar candidiasis o cualquier otra cosa". Hay una gran diferencia, explica la Dra. Gunter, entre el ajo que demuestra propiedades antifúngicas en una caja de Petri en un laboratorio y el ajo que reduce una molesta infección vaginal. "Tu vagina no es una caja de Petri", escribió.

Para ser justos, muchos de los sitios web, así como las prácticas naturopáticas y las secciones de comentarios en los blogs de padres de familia no recomiendan específicamente el uso tópico del ajo de una manera en que sea probable que cause daño. No deberían recomendarlo en absoluto, por supuesto, pero el otro gran problema es que la mayoría de esas fuentes tampoco hacen recomendaciones específicas para evitar las formas dañinas de aplicación del ajo. Así que los padres y encargados de niños suelen dejar que sus propios dispositivos móviles lo averigüen, y desafortunadamente algunos terminan pensando que si poca cantidad es buena, mucha debe ser aún mejor. Pero no lo es.

El ajo contiene muchas sustancias químicas que pueden causar reacciones físicas en el cuerpo humano, algunas potencialmente beneficiosas y otras decididamente no. Es ampliamente conocido, por ejemplo, que algunas personas pueden desarrollar una alergia tópica al ajo, que no es infrecuente en manos de chefs y cocineros del hogar que trabajan con ajo crudo. El disulfuro de dialilo, el disulfuro de alilpropilo y la alicina son los productos químicos en el ajo que se consideran los probables culpables cuando se trata de estas reacciones alérgicas.

El disulfuro de dialilo, particularmente cuando la piel se expone a él durante varias horas o más y se mantiene apretada por algún tipo de envoltura oclusiva, también puede causar una dermatitis irritante. Esto puede evolucionar en ampollas y quemaduras químicas graves, y los niños pequeños corren el mayor riesgo debido a que una capa protectora de la piel, llamada estrato córneo, es más delgada en ellos. Por lo tanto, cuanto más joven sea el niño, menor será el tiempo de exposición necesario para causar una quemadura química.

En el caso de mi paciente, no puedo entrar en detalles específicos. Pero su presentación fue consistente con el puñado de reportes de casos de quemaduras severas de ajo que han sido publicados, siendo el primero de ellos en 1987. Cuando el área de la piel afectada es grande, los pacientes con quemaduras graves, independientemente de la causa, requieren atención en una unidad de quemaduras especializada donde se puede prestar atención experta para mantener la estabilidad hemodinámica, prevenir infecciones secundarias, tratar el dolor y mejorar los resultados cosméticos a largo plazo.

La conclusión aquí es que no hay evidencia convincente para sostener que el uso del ajo tenga algún propósito medicinal. Cuando se toma sistémicamente en forma de píldora, o incluso se aplica tópicamente durante unos minutos aquí y allá, el ajo es bastante seguro. Aún así, una evaluación racional de los beneficios y los riesgos potenciales no es favorable. Recomiendo seguir con el uso culinario.

Por Clay Jones, el 28 de octubre de 2022 , publicado originalmente en Science Based Medicine;
A Popular Home Remedy Causes Severe Burns in Pediatric Patients


Traducción : Alexis Nathán Rueda
Revisión Técnica : Javier Delgado